02 mayo 2012

“La Pinky” se queda huérfana


Ramón Almánzar, Ynmaculada Cruz Hierro y Deyanira Polanco
Santo Domingo
La Pinky, la niña pecosa, de vestir colorido y colitas en el cabello, quedó huérfana. Y con ella varias generaciones lloran la partida al escenario celestial de su progenitora, Nurín Sanlley. La veterana cantante, actriz y productora de espectáculos murió la noche del lunes. Tenía 59 años.
Siete meses después de que se le detectara un tumor en el cerebro cruzó al otro lado de la vida. Una fiesta de cumpleaños antecedió su despedida terrenal.

El día de su fallecimiento pidió que le celebraran por todo lo alto un cumpleaños en vida. Era 30 de abril y su celebración por el nacimiento en realidad tocaba el 18 de septiembre, pero era su anhelo. Y fue complacida.
Justo una hora después de terminada la fiesta, con bizcocho incluido, comenzó su suspiro elevado para otro festejo: el espiritual, aunque en la tierra amigos, familiares y admiradores quedaran embargados por la tristeza ante la irreparable pérdida.
Sanlley decidió en su interior despedirse como siempre fue: espontánea, auténtica (así se definió en su página de Facebook). Ella dejó un sello en el mundo artístico dominicano en 35 años de carrera, desarrollando varias facetas: canto, actuación, televisión y producción de espectáculos.
De esa manera marcó a varias generaciones que ayer lamentaban su muerte. Muchos pasaron por la funeraria Blandino a decirle adiós o la acompañarán hoy, a las 11:00 de la mañana, hasta su morada final, en el cementerio Puerta del Cielo. 
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LAS REACCIONES DE ARTISTAS Y AMIGOS
SERGIO CARLO:
 Nurín, ahora eres parte del universo. Eres muy grande para morir. Tu energía siempre estará entre nosotros. D.E.P.
HÉCTOR ACOSTA: Mis más sentidas condolencias a toda la familia de Nurín Sanlley, por la pérdida de tan gran artista dominicana y excelente ser humano.
ADALGISA PANTALEÓN: ¡No puedo explicar la tristeza que tengo! ¡Mi encuentro contigo este martes no fue posible! Te quiero amiga @ NurynLaPinky. Allá nos vemos! 
LUMY LIZARDO: Hoy los poemas se llenan de tristeza, los ojos de lágrimas y la luz pierde brillo, porque una estrella se nos fue. Adiós Nurín Sanlley. EPD.
LUIS MEDRANO: Lamento mucho la muerte de Nurín Sanlley. Me uno al dolor de su familia. Perdimos un símbolo del teatro una mujer con temple, trabajadora y creativa EPD. 
Baja el telón... aplausos para Nurín
El pasado diciembre (2011) uno de los más esperados proyectos de Nurín Sanlley era celebrar los 25 años de su emblemático personaje “La Pinky” y lo haría con la primera puesta en escena, que en 1986 presentó en la Sala Principal del Teatro Nacional “Papolino ¿dónde está Santa Claus?”.
A principios de 2011 Nurín daba a conocer a la prensa los planes de celebrar con esta producción, la que adelantaba que vendría mucho más terminada y con un disco recopilatorio de canciones de La Pinky; también tenía planes de concursar en el Premio de Literatura Infantil con la obra “El cangrejito arriesgado”.
Sin embargo, el destino obstruyó por completo los anhelos de la gran actriz y productora de espectáculos infantiles al diagnosticársele un tumor cerebral, que luego de una cirugía se determinaría que era cancerígeno y que alertaría a la familia que a la artista no le quedaba mucho tiempo de vida.
La noticia fue devastadora, no solo para sus hijos Yelitza, Catherín y Edgar, sino también para la clase artística dominicana que veía partir a la más polifacética de todas. Y así se definía ella, ya que había incursionado en el canto, la actuación la danza, la producción de espectáculos infantiles y juveniles. Revista de baile, compositora, guionista, locutora y comediante de televisión.
El sueñoNury María del Consuelo Sanlley, conocida artísticamente como Nurín Sanlley, nació en 1952 en Santo Domingo. Procedía de una familia amante de las artes. Su madre era pianista y bailarina y su hermana Janette Sanlley era soprano.
Desde muy pequeña sabía que quería actuar, cantar y bailar. Su vida era el escenario, pero su padre le prohibió que se dedicara al arte, ya que no quería a una hija artista en la casa. “Mi padre me decía tú serás actriz, cuando te cases, mientras estés bajo mi responsabilidad nunca”, contó en una entrevista.
Después de casada y cuando ya había procreado a sus dos primeras hijas Nurín buscó la manera de llegar a Bellas Artes y allí se reunió con Franklin Domínguez y con Niní Germán, quienes les dieron la primera oportunidad.
“Ellos me dieron a leer una lectura de un guión y cuando terminé Franklín me dijo: el personaje es tuyo y así nació el personaje de Artemisa, en 1978”, relató.
Fue su debut como actriz en la obra del dramaturgo Franklin Domínguez “Lisistrata odia la política”. Nurín ganó por ese personaje El Dorado como Revelación Artística Teatral.
Es así como llega entonces a la televisión de la mano de Freddy Beras Goico. Trabajó en El show del mediodía junto a Cuquín Victoria, Milton Peláez y Felipe Polanco.
En la televisión nació el personaje de “La rubia americana” y “La esposa de Linares”. Nurín tuvo participación en los programas “El gordo de la semana”, “Sabroshow”, “El calientísimo del 9” y “Fiesta” de Teleantillas.
Nacimiento de La PinkyLaborando para el programa “Fiesta”, ella contó que Ramón Aníbal Ramos le pidió que creara un personaje para que hiciera una intervención durante la presentación de Félix del Rosario.
A Nurín se le ocurrió interpretar a una niña, se peinó dos colitas y se amarró un cinturón con vestido a rayas. Así nació el personaje de La Pinky. “Mi hermana me decía Pinky y en ese instante se me ocurrió bautizarla con ese nombre”.
Nurín también se dedicó al canto. Escribía canciones y producía sus propios espectáculos.
En una entrevista que le hiciera Tania Báez, afirmó que logró un contrato para montar una revista artística en Curazao, en donde permaneció alrededor de un mes.
Para ese entonces laboraba en “El calientísimo del 9”, que producía Roberto Salcedo. “Cuando llamé a Roberto le dije que me iba a quedar una semana más y me dijo que no había problemas, pero al regresar a mi casa encontré una carta en la que me despedía del programa”, explicó.
Nurín dijo que se sorprendió porque no creía que la pudieran cancelar con tres meses de embarazo. “Esa cancelación fue lo que realmente me impulsó a hacer algo grande en la vida y me dije que no me iba a quedar tranquila y me lancé hacer los espectáculos infantiles”.
Es con el personaje de La Pinky que Nurín se consagra como una verdadera artista, produciendo los más importantes espectáculos infantiles de la época y logrando que la niña pecosa del vestido de lunares rojos se convirtiera en el personaje infantil más trascendental que haya parido el arte dominicano.
Con La Pinky también nació “Pinkigenie”. Este era un travieso genio que interpretaba su hija Yelitza Sanlley. 
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ESPERABA POR EL SOBERANO

Aunque fue una artista exitosa en sus múltiples facetas, obteniendo las más importantes premiaciones y reconocimientos, Nurín no logró ser galardonada con el máximo reconocimiento que otorga la Asociación de Cronistas de Arte (Acroarte) en los Premios Casandra.
No era su sueño, pero en varias ocasiones hizo saber a la prensa que hace muchos años que se merecía esa alta distinción. Nurín nunca paró de producir arte, ya fuera en sus propias producciones como en las que trabajaba como actriz, siempre se entregó con la misma pasión y responsabilidad que conlleva ser artista. 
Forjadora de sueños, talentos y de ilusiones
Nurín Sanlley dejó uno de los más grandes legados en la historia del arte dominicano. Su trayectoria artística abarcó todas las facetas, pero fue en la actuación y la producción de espectáculos infantiles y juveniles en los que imprimió sus huellas.
Con el nacimiento de La Pinky vinieron los exitosos espectáculos, que desde 1986 con el estreno de “Papolino...”, llenaron de valores y fantasía a la niñez dominicana.
Así en 1987, Nurín regresó al Teatro Nacional con “El tesoro de Piyoyo” para continuar con “Pinkypiedra”, “Navipinky 89”, “Cumplepinky Tuyú”, “El bueno, el malo y La Pinky”, La Pinky la Niña y la Santa María” y “La Pinky y la lámpara maravillosa”.
También “Pinkynieve y los 7 manitos”, “Pinkycarnaval”, “La Pinky y la lámpara (El Secuestro”), “Pinkyshow”, “La Pinky agente 007”, “Pinkyhood y la flecha mágica”, “La Pinky y los tres mosquiteros”, “La Pinky misión disponible” y “La Piky 4ever”.
Forjadora de talentosCon el éxito del personaje Nurín fundó Pinkylandia, una escuela de canto, teatro y danza. Allí se formaban los niños que luego eran parte del gran elenco de los espectáculos.
Su pasada experiencia en la televisión la llevó a producir el programa de televisión “Pinkylandia TV”, un programa formador de valores y mucha diversión.
Gracias a su don de formadora hoy República Dominicana cuenta con una generación de actores y actrices que a la vez cantan y bailan y que han descollado hasta en la televisión internacional. Para darle participación a la juventud Nurín incursiona en los musicales y lleva a escena, en 1999, a “Grease”, luego continuó con “Dirty Dancing”, “Saturday Night Fever”, “High School Musical” y “Haispray”.
Dentro de su carrera como actriz tuvo una destacada actuación en obras teatrales como: “Desnúdate alma”, “Cuatro padres para un hijo”, “Baño de damas”, “Mi tía la jamona”, “Entre mujeres”, “Qué buena amiga es mi suegra” y “Cada oveja con su pareja”, entre otras.
Al momento de su enfermedad estaba ensayando la obra “Hansel y Gretel”. Su última aparición pública fue precisamente en el encuentro con la prensa para dar a conocer los detalles de esta obra.
En los musicales “La novicia rebelde”, “Los miserables”, “El violinista en el tejado” y “Esperanza”. También lograba producir y actuar a la vez y así lo hizo en todos los musicales que produjo.
El cine y la TVEn la televisión la actriz formó parte del elenco protagónico de la primera telenovela dominicana que se filmó en 1982, “María José”, junto a los actores venezolanos Chelo Rodríguez y Daniel Lugo. En 2007 filmó una próxima telenovela “Trópico”, una producción de Venevisión Internacional.
Su participación en el cine se inició en 1982 en la cinta “El crimen de un penalista”, “Dreaming of Julia”, “Negocios son negocios”, “The Los City”, “The Feast of Goat” (La fiesta del chivo), “Sanky Panky” y “Megadiva”. Nurín marcó el camino de varias generaciones en el arte que hoy lloran su partida, pero que agradecen su entrega y dedicación. 
Alegría y tristeza en funeral
El rostro alegre en la fotografía de Nurín Sanlley (La Pinky) en la puerta de la capilla E, de la Funeraria Blandino de la Abraham Lincoln, donde son velados sus restos, contrasta con el semblante de los artistas que hoy lloran su partida.
El ataúd gris en e que reposan los restos de Sanlley está sellado porque sus familiares han preferido que sea recordada con la sonrisa que proyectó por 35 años en el mundo del espectáculo y no con las condiciones en que la dejó el tumor cerebral que acabó con su vida.
TestimonioEddy Herrera, Jochy Santos, Zoila Puello, Kenny Grullón, Irving Alberti, Leonel Lirio, Luis José Germán, Zeny Leiva, José Antonio Rodríguez, Franklin Domínguez, Roberto Salcedo, Jatnna Tavárez y todos los que se dieron cita en el velatorio coincidieron al resaltar el gran legado que dejó la artista.
Con un llanto casi incontenible, Kenny Grullón definió a Sanlley como la amiga y hermana con la que más trabajó en importantes obras infantiles.
“Sólo queda seguir su ejemplo de formar talentos, crear espectáculos infantiles y seguir llenando ese vacío dándole a los niños espectáculos de calidad como ella lo hizo”, dijo Grullón.
La funeraria estuvo concurrida y el ambiente impregnado de tristeza cargada de gratitud hacia ella. “Aunque el dolor nos acongoja yo sé que la puerta de los cielos se abrieron, que allá arriba en los cielos hay una fiesta muy grande”, dijo Frank Ceara.

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