31 julio 2012

La condenan a 12 años por robarse una bebé del hospital Harlem en 1987


Una mujer afroamericana que hace 23 años se robó una bebé del hospital Harlem, fue sentenciada ayer lunes a 12 años de cárcel en una condena que los fiscales que habían pedido 20 consideraron “benévola” pero no adelantaron si apelarán la decisión del juez. Ann Pettway, se llevó a la entonces recién nacida Carlina Joy White,
que ahora tiene 23 de su cuna en el centro asistencial en 1987 y la crió como “suya” en un suburbio de Bridgeport (Connecticut) bajo el nombre de Nejdra Nance (Netty). El padre de la ahora joven Carl Tyson se quejó de los “pocos años” a los que el magistrado condenó a la secuestradora y dijo que la sentencia debió haber sido mucho más larga.
La madre biológica de Carlina, Carlina Joy White, se mostró satisfecha con la decisión, diciendo que de ninguna manera se compensaría el tiempo que estuvo sin su hija, por lo que el tiempo que le den a la convicta, no importa ya.
Poco antes de la sentencia, ella describió el horror que vivió al descubrir que su hija se la habían robado de la cuna en el hospital Harlem el 5 de agosto de 1987, luego que internara a la bebé con una fiebre de 104 grados.
“Todo lo que pensé que cómo alguien pudo arrancar un tubo intravenoso de la pierna de mi hija para robármela”, expresó la señora White. Recordó que por la fiebre tan alta, la niña necesitaba urgente ese tubo para sobrevivir.
“Desde que regresó a nosotros, sus padres, Carlina tiene su estado emocional alterado”, explicó la progenitora.  “Amo a mi hija, pero en realidad me rompe el corazón al escucharla hablar de su pequeño hermano y su tía, cuando en verdad ellos no son sus familiares”, añadió refiriéndose a que la joven siempre pregunta por sus parientes de crianza.
“Mi hija está aquí, pero ella no está en casa y le ruego a Dios que se adapte pronto a su verdadero hogar”, agregó la madre de Carlina. El papá de la bebé robada le dijo a la sentenciada que todavía tiene el inmenso dolor de que se la robara hace 23 años. “Me quitaste algo precioso, todavía me duele”, sostuvo.
Pettway pidió disculpas a los padres de la joven y dijo que estaba siendo sentenciada por el mal que les hizo y para pedirles perdón. Se declaró culpable en febrero de este año por un cargo de secuestro.
El juez Kevin Castel dijo que el rapto hecho por la mujer en 1987, no fue un crimen de avaricia o venganza, sino un acto de egoísmo.
“Usted les infligió la peor pesadilla a una joven pareja que se preocupó por la salud de la bebé”, concluyó diciendo el juez Castel antes de imponer el castigo a la secuestradora.
Carlina pudo encontrar a sus verdaderos padres, porque después de sospechar de Pettway, le exigió una copia del acta de nacimiento. Una intensa búsqueda en la Internet la llevó al feliz término.
La policía de Nueva York hizo una prueba del ADN que resultó positiva para verificar las identidades de Carlina y sus padres.

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