19 octubre 2012

Otro narco dominicano de Lawrence condenado a cadena perpetua por asesinatos


NUEVA YORK._ Otro narcotraficante dominicano fue condenado de cadena perpetua ayer jueves en la Corte Superior de Salem (Lawrence), luego que concluya el juicio que comenzó ayer jueves  por los asesinatos de sus compatriotas Juan Esteban Suazo Soto y Amarilis Rondon cuando les disparó a sangre fría en el restaurante La Güira el 6 de julio del 2010. Johan Saint Clair de 32 años, lloró tras declararse culpable y ser condenado. Mató a sus compatriotas en venganza contra otros narcos y secuestradores  rivales en el sucio negocio por un "tumbe" que le habían dado meses atrás.

Saint Clair esperó a las víctimas cuando salieron del restaurante y les abrió fuego delante de otras numerosas personas. Los documentos de la corte sostienen que el matador buscaba vengarse por el robo de una cantidad significativa de kilos de cocaína del que había sido objeto.
Ambas víctimas tenían 24 años de edad.
Valerie Verdejo y José Luis Medrano Báez, dos sobrevivientes del ataque a los que Saint Clair hirió gravemente testificaron  contra el imputado en el juicio que duró dos semanas.
Saint Clair fue acusado por dos cargos de asesinato en primer grado, dos por asalto a mano armada con intento de asesinato y otro por posesión de un arma criminal de gran alcance.
Uno de los sobrevivientes le dijo a la policía que Suazo había participado en un "tumbe" a otros narcos junto a Saint Clair, pero que aparentemente se había quedado con parte de la droga y el dinero que habían robado.
El juicio fue dirigido por el juez Richard Welch.
El narco criollo  tenía auriculares para escuchar la traducción de un intérprete en español en la corte. Varios testigos declararon durante el proceso entre ellos los detectives Denis Pierce, Thomas Burke y Brian Voisine, además de los oficiales de la policía PJ López, José Padellaro y Nelson Potter..
El establecimiento fue cerrado en el mes pasado por la policía después que la Comisión de Control de Bebidas Alcohólicas le negara la renovación de la licencia porque el dueño y sus empleados no hicieron nada para ayudar a capturar a Saint Clair, mientras los muertos y heridos estaban tendidos frente al negocio.
La noche de los asesinatos, Saint Clair entró al restaurante y abrió fuego escapando en un carro y fue detenido en la ruta interestatal 495 por un policía estatal de Lowell quien lo arrestó poniendo fin a la persecución. Testigos dijeron que el dueño del negocio Richard Núñez no hizo nada para detenerlo y ayudar a la policía a arrestarlo. Añadieron que empleados del restaurante bloquearon el trabajo de oficiales y paramédicos cuando arribaron a la escena.
Saint Clair se declaró culpable de los dos asesinatos, una semana después de comenzar el juicio y su decisión sorprendió, porque su abogado había dicho que el acusado testificaría en su propia defensa.  Además de los asesinatos se declaró responsable de otras seis acusaciones de delitos graves.
"Obviamente, usted terminó con las vidas de dos personas sin justificación alguna y las de otras personas fueron destruidas a causa de sus acciones", le dijo el magistrado antes de sentenciarlo.
El juez dijo que estaba acorde con la declaración de culpabilidad de Saint Clair porque las evidencias eran absolutamente abrumadoras. "Nunca he visto un caso más contundente que este en 18 años que llevo en estrado", agregó el magistrado Welch.
Saint Clair, hizo seis disparos para matar al hombre, la mujer y herir a las otras dos víctimas, usando un revólver Smint & Wesson calibre .40.
Verdejo y Medrano Báez eran camarera y mesero en el restaurante.
La condena sin embargo y mediante un acuerdo con los fiscales, permitirá a Saint Clair solicitar libertad bajo palabra después de cumplir 15 años en prisión y se le dio crédito por los 771 días que lleva en la cárcel desde que fuera arrestado posterior a los asesinatos.
 Otro dominicano, Fernando Guerrero Lara fue detenido por varios meses durante la investigación, pero no estaba involucrado en los asesinatos y fue liberado. Los cargos le fueron retirados, pero fue entregado a las autoridades de inmigración que lo deportaron a la República Dominicana.
Saint Clair enfrentó a la banda de narcotraficantes y secuestradores liderada por Danny Veloz e integrada por nueve sujetos que torturaban a sus víctimas con hierros candentes y pedían cientos de miles de dólares por los rescates, inclusive a familiares de los raptados en la República Dominicana.
El 28 de septiembre Veloz y sus cómplices fueron arrestados y acusados en una corte federal por cargos de secuestro y narcotráfico.

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