19 marzo 2013

República Dominicana y su amuleto: un plátano


El equipo sigue invicto y Robinson Canó no para de acumular hits. Edinson Vólquez siempre sobrevive a un primer inning tambaleante. Los relevistas llevan 18 innings sin permitir carreras.
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Son muchas cosas las que el equipo de República Dominicana está haciendo con brillantez en el Clásico Mundial de Béisbol, pero el tema de conversación el lunes fue el “poder del plátano mágico” de Fernando Rodney.
En la victoria 4-1 ante Holanda, que clasificó a Dominicana a la final contra Puerto Rico el martes, el cerrador quisqueyano fue el foco de atención al vérsele en la cueva del equipo cargando el plátano de la suerte en el pantalón, como si fuese una pistola.
Tras anotarse su sexto rescate en este Clásico, un récord absoluto en la historia del torneo, Rodney mostró el plátano en medio de la celebración dentro del terreno de juego.

Lo considera como un amuleto de buena suerte: “Ganamos con el plátano”, dijo Rodney, autor también de la celebración de la flecha que apunta al cielo tras las victorias.
Son siete las que han cosechado al hilo los dominicanos en este Clásico y el martes tratarán de completar un recorrido invicto en esta edición cuando busquen vencer a Puerto Rico en la final.
Seguramente el “plátano mágico” estará presente.
“Le fue bien con eso”, dijo el abridor Vólquez, quien se acreditó la victoria tras una segunda apertura seguida en la que comenzó descontrolado. “Mejor que siga. ¿Por qué no?”.
El manager dominicano Tony Peña ni se inmuta con el ingenio de sus dirigidos.
“En el béisbol hay que divertirse, estar relajado, y los muchachos buscan hacer cositas para motivarse”, dijo Peña. “Me sorprendió cuando lo vi con ese plátano en el costado, lo sacó y me eché a reír. En el medio de un juego, todos estaban muertos de risa. Eso ayuda al equipo, se necesita un poco de diversión, estar suelto. Estoy feliz que lo haya hecho”.
En un aspecto más serio, los dominicanos saben que están a una victoria del título y no van a bajar la guardia frente a Puerto Rico, el inesperado rival de la final del martes. Ya ganaron dos veces en este torneo, por 4-2 en la primera ronda en San Juan y por 2-0 en la segunda etapa en Miami. La peculiaridad de ambos duelos fue que definieron orden de posiciones en sus grupos, sin un premio grande de por medio o la eliminación en juego.
“Hay que estar positivo, hay que ganar ese partido”, declaró Samuel Deduno, el encargado de abrir por Dominicana ante el boricua Giancarlo Alvarado. “Es un reto grande y a mí me gustan esos retos”.
Saben que son los favoritos, con una ofensiva encabezada por Canó (con 15 hits en 29 turnos para promedio de .517). Su relevista lleva 18 innings y dos tercios sin tolerar anotaciones.
“Estamos optimistas, pero sabemos que los juegos hay que jugarlos”, sentenció Peña.

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