California, EE.UU. — La vida de Jenni Rivera fue celebrada hoy con música mientras sus apasionados admiradores gritaban "¡Jenni, Jenni!" en el homenaje póstumo para la cantante anunciado por sus familiares como su "graduación celestial".
Olga Tañón y los hijos de Rivera estaban entre las personalidades que se presentaron en el Gibson Amphitheatre de Los Ángeles donde miles de admiradores se reunieron para darle el último adiós a la Diva de la Banda.
Entre los invitados se encontraban los astros de la música mexicana Marco Antonio Solís, Ana Gabriel y Joan Sebastian. También estuvo presente la actriz mexicana Kate del Castillo.
El ataúd rojo de Rivera se veía en el escenario rodeado por innumerables rosas blancas, mientras imágenes de la cantante eran proyectadas en una gran pantalla.
El homenaje incluyó discursos tanto en español como en inglés. La mayoría de los hijos de Rivera optaron por hablar en inglés, el idioma con el que dijeron que se comunicaban con su madre.
"No estamos aquí para lamentar la muerte", señaló su hijo Michael de 21 años. "Estamos aquí para celebrar la vida y la graduación de una cantante y artista, una diva, una luchadora, una empresaria, una filántropa, pero sobre todas las cosas, una madre, la mejor madre".
Después pidió 27 segundos de silencio por las víctimas de Newtown, Connecticut, por quienes dijo su madre habría tenido compasión.
El hijo menor de Rivera, Johnny de 11 años, dijo conmovido: "La persona de quienes todos hablan ahora es mi madre".
"Mamá, he estado llorando mucho estos días. Te extraño mucho", dijo el pequeño vestido de blanco como la mayoría de sus familiares. "Espero que estés cuidando de mi papá y espero que él esté cuidando de ti".
El padre de Johnny, Juan López, murió a mediados de 2009.
Los hermanos de Rivera hablaron conmovidos de su hermana y la llamaron "reina de reinas" y "diva eterna". Su padre, Pedro Rivera, dijo que la felicidad de la cantante y su cariño por el público "nunca será olvidado". Después interpretó una canción que compuso para su hija, quien ascendió de sus humildes orígenes hasta convertirse en una estrella.
La familia pidió a las estaciones de radio de música latina en Estados Unidos que interpretaran la canción de Rivera "La gran señora" al mediodía del jueves en su honor.
Cientos de seguidores de la intérprete llegaron hasta el foro con la esperanza de obtener un boleto para el homenaje. Muchos más compraron los boletos de 1 dólar por adelantado.
El funeral estuvo cerrado para la mayoría de los medios, aunque se podía ver en internet y en algunas televisoras.
El entierro de Rivera será privado.
Rivera y seis personas más murieron el 9 de diciembre en un accidente de avión en el norte de México que sigue bajo investigación. La cantante de origen mexicano, era madre de cinco hijos y abuela de dos nietos. Tenía 43 años.
Rivera vendió más de 15 millones de copias de sus 12 discos con sellos discográficos importantes. Sus emotivas interpretaciones y su honestidad sobre las penas que enfrentó en la vida le granjearon admiradores a ambos lados de la frontera entre México y Estados Unidos. Además de ser cantante, Rivera participó en varios programas de realidad simulada y de concursos como "I Love Jenni" y "La Voz...México".
Nació en Los Angeles y comenzó su carrera vendiendo casetes con sus interpretaciones en mercados de pulgas. A finales de la década de 1990 obtuvo su primer contrato con una gran disquera.
Muchas de sus canciones hablan sobre la dignidad tras una relación tormentosa, un tema del cual Rivera hablaba con franqueza con sus admiradores.
Poco antes de morir le había pedido el divorcio a su tercer esposo, el ex lanzador de Grandes Ligas Esteban Loaiza.
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