El manicomio número 5 de San Petersburgo, en Rusia, ahora tiene su propio club de rock llamado ‘ZvukoZona’ (‘Zona sonora’). Con esta terapia musical, los psiquiatras buscan dar un alivio a enfermos de neurosis, fobias y esquizofrenia y ayudarlos a readaptarse socialmente.
En el club cada paciente tiene la posibilidad de convertirse en una estrella de rock por un día y el interés ha sido tal, que los cerca de 20 asistentes al curso de rehabilitación, cuyas edades oscilan entre los 20 y 40 años, ya están a la espera de mostrar sus habilidades musicales.
La administración del hospital dispuso una habitación y los instrumentos necesarios para ensayar y dar rienda suelta a la creatividad de los rockers. Para muchos es la primera vez que tienen un instrumento musical en sus manos.
“Les gustó mi propuesta y ahora les enseño tocarlos. Claro que no es fácil y hay que tener paciencia, pero yo siento que ellos trabajan al máximo rendimiento”, comenta la impulsora de la singular terapia, la psicoterapeuta Lilia Nóvikova.
La tarea más importante de esta terapia es abrir un cauce a las emociones de los pacientes, permitir que se ‘descarguen’ en los ensayos y conciertos. Además, enfrentarse y
superar el estrés de una presentación pública les sirve mucho.
Los improvisados rockeros ya han dado un concierto con mucho éxito, pues los asistentes llegaron atraídos por una verdadera ‘música de manicomio’. No todos ellos lograron superar el miedo al escenario, pero los que sí lo hicieron quedaron satisfechos consigo mismos.
“Queremos que los pacientes se sientan valorados socialmente y no como los enfermos que les hacen creer que son”, indica Larisa Serazetdínova, la directora del hospital. “Además del ‘rock club’, el hospital cuenta con escuelas de teatro, danza y arte donde todos pueden dar rienda suelta a su talento”, añade.
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