02 abril 2013

Madre de estudiante dominicano asesinado hace 22 años reclama a NYPD devolver anillo de la víctima



NUEVA YORK,- Un anillo que pertenecía al estudiante dominicano Manuel Mayí (Manny), asesinado en un crimen de odio y racial por un grupo de italianos que lo persiguieron por 16 cuadras desde el parque de los “spaguettis”, matándolo a golpes, tubazos, batazos y con otros objetos contundentes, está en manos de la policía desde el 2004 y la madre de la víctima, Altagracia Mayí, quien no descansa exigiendo justicia, está reclamando la devolución de la prenda.

El estudiante criollo que llegó de niño desde República Dominicana a Nueva York y cursaba en La Guardia Community College fue asesinado el 30 de marzo de 1991.

Nadie ha sido sentenciado por el crimen y desde entonces, su progenitora, mantiene una cruzada porque los responsables del homicidio sean juzgados y condenados.

La víctima tenía 18 años de edad y huyó unas 16 cuadras tratando de buscas auxilio, pero nadie lo ayudó.

Cuando el grupo de facinerosos lo alcanzó, lo cazaron como un “animal”, dándole una muerte horrenda. Lo dejaron tiraron en el pavimento agonizando y estuvo varias semanas en coma del que nunca despertó en un hospital de Queens.


Recibió múltiples fracturas en el cráneo y otras partes del cuerpo. La señora Mayí sostiene que los investigadores no han hecho nada para reabrir primero el caso y encarcelar a los culpables que todavía caminan por las calles de la ciudad como si nada hubiera pasado.

Ello a pesar de las abrumadoras evidencias contra el grupo de matones caucásicos que liquidaron al brillante joven estudiante.

El anillo fue entregado a los investigadores por la señora Mayí en el 2004 y que hijo llevaba puesto el día del asesinato. La prenda fue cedida para pruebas de ADN que pudieran identificar a los culpables.

El anillo fue descartado porque los investigadores hallaron sólo algunas huellas de ADN de la víctima, pero no rastros de los criminales. Durante nueve años, ella ha estado pidiendo que le devuelvan el anillo, pero hasta el momento no ha recibido respuesta.

La prenda está en un almacén en el que se guardan pruebas, evidencias y análisis de ADN de la policía y que fue seriamente dañado por inundaciones del huracán Sandy.

La madre le regaló el anillo a su hijo cuando él se graduó y sostiene que es el último recuerdo que tiene de su vástago. Dijo que la prenda tiene un valor sentimental incalculable para la familia.

La policía dijo que tratará de encontrar el anillo entre los montones de evidencias en el almacén, pero que el depósito está ahora bajo la tutela de la Agencia de Seguridad y Salud Ocupacional que selló el sitio para evitar contaminaciones.

El teniente Brendan Ryan, un vocero de la uniformada explicó que se intentará recuperar el anillo sin violar los protocolos. “Creemos que podemos entregárselo a la madre a la brevedad posible”
En la época, una de las versiones dijo que la víctima tenía una novia en el vecindario donde está situado el parque, lo que no era permitido por los italianos que controlaban el área.

“Hay tres testigos claves que vieron la muerte de mi hijo, pero ninguno fue llamado a declarar”, se queja la madre dominicana.

Los testigos eran menores de edad y ese fue el alegato para no tomarles declaración respecto al asesinato de Mayí. Un solo sospechoso, Joseph Celso fue encausado, pero al no tener testigos en su contra fue absuelto por el jurado en 1992.

“Es un crimen que ha sido encubierto por los investigadores designados”, sostiene la señora Mayí que hace más de dos décadas, permanece tocando las puertas de todas las instancias judiciales de Nueva York pidiendo la reapertura del caso.

“Los testigos son una evidencia real, pero las autoridades no quieren hacer nada”, insiste la madre dominicana residente en Queens.

Explicó que se le ha prometido cientos de veces que se están haciendo los esfuerzos, “pero nunca me dicen cuándo comenzarán a resolver el caso”.

Señala la señora Mayí que la tristeza y la impotencia que la agobian, es por ver a los asesinos de su hijo vivir libremente sus vidas impunemente y a pesar de que las autoridades saben quiénes son, no hacen nada para juzgarlos.

La Oficina de Prensa de la policía aduce que sus investigadores no han escatimado esfuerzos ni recursos y ha hecho todo lo que se ha podido, incluyendo pruebas de ADN y entrevistas con testigos y que la investigación sigue en curso.

Por su parte, el Fiscal de Distrito en Queens, Richard Brown sostuvo que su despacho no ha estado trabajando en estrecha colaboración con la policía a través de los años en un esfuerzo para tratar de identificar a participantes en el crimen de Mayí.

“Logramos reabrir los archivos del caso”, expresó el fiscal Brown.

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