08 noviembre 2012

Haití y ONU piden 39 millones de dólares para atender víctimas que dejó Sandy

PUERTO PRÍNCIPE, Haití.- El Gobierno de Haití y la oficina local de las Naciones Unidas solicitaron este jueves de la comunidad internacional un auxilio de 39 millones de dólares para atender las necesidades humanitarias que afronta el país caribeño a causa de los estragos causados por el huracán “Sandy” el mes pasado.
Una información suministrada por el Gobierno haitiano y la oficina en Haití de la ONU afirmó que se requieren de al menos 39 millones de dólares para hacer frente de inmediato a la crisis de agua potable, alimentos y servicios básicos de salud que enfrentan en estos momentos más de un millón de haitianos.
“El impacto del huracán ‘Sandy’ en Haití ha sido extremadamente severo y aumenta aún más ante la frágil situación del país frente a los desastres naturales”, afirmó en el comunicado, el primer ministro de Haití, Laurent Lamothe.
El jefe del Gabinete haitiano renovó de esta manera un llamado de ayuda internacional de emergencia que realizó el primero de noviembre, para hacer frente a los destrozos e inundaciones dejados por “Sandy”.
“Las vidas de más de un millón de personas están en riesgo si no se toman medidas rápidamente”, agregó el primer ministro.
El comunicado conjunto recordó que “Sandy” causó la muerte de 54 personas y dejó a miles sin acceso a servicios básicos de salud, agua potable y educación.
De acuerdo a estadísticas oficiales, los efectos del fenómeno causaron al sector agrícola haitiano la pérdida de un tercio de la producción de este año, que ya había sido afectada por una sequía.
Esas informaciones establecen que las inundaciones en los predios agrícolas causaron daños por el orden de los 104 millones de dólares, afectando sembrados de maíz, sorgo, guisantes, frijoles, arroz, maní y vegetales, entre otros rubros.
“Sandy” también destruyó o causó deterioros a 33.760 hogares, además de 50 centros escolares que mantienen a 20.000 estudiantes sin recibir docencia.
Asimismo, se reportó la destrucción de 61 Centros de Tratamiento del Cólera (CTC), además de la muerte de 64.000 cabezas de ganado.

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